9 mar 2009

Hijo de pastor

Nuestro pequeño ya tiene dos años y de pronto, este Domingo , al verlo mientras me escuchaba predicar en la iglesia... me di cuenta de algo.¡Nuestro hijo es “Hijo de Pastor”!!!

En ese momento comencé a rebobinar mi archivo cerebral donde ya tantas veces me ha tocado compartir con hijos de pastores.

Recordé algunos dichos acerca de ellos como: “Hijo de Pastor…sobrino del diablo” “este muchacho es mas desordenado que hijo de pastor” “donde hay un hijo de diácono, cunde el pánico… donde hay un hijo de pastor, cunde el terror”.

También veía ya a mi hijo pasar por necesidades económicas y recitar el salmo del hijo del pastor, que dice: “Mi Papá es pastor, todo me faltará”.

Pero dejando a un lado la risa, mi temor fue el entorno donde se desenvuelven los hijos de pastores. Hablo de la presión que enfrentan, pues hay un común denominador en los hijos de líderes cristianos y es que la congregación espera de ellos que se comporten como adultos en miniatura.

Es sabido que muchas congregaciones idealizan a la familia pastoral, esperando a veces actitudes sobre humanas.

Hace un tiempo, mi esposa conversaba con un adolescente, hijo de un diácono probando. Él estaba muy deprimido y la causa de su depresión era que su padre constantemente le advertía que habían muchos ojos sobre él y que ya su comportamiento debía cambiar, debía estar a la altura de lo que demandaba la congregación, ya debía dejar de ser como un niño común y corriente de la iglesia, pues de ahora en adelante él sería un HIJO DE DIÁCONO.

Así cientos de casos de muchachos(as) en desesperación por la carga que ellos no buscaron ni desearon, también conozco casos de chicos que fueron un ejemplo de conducta y que tuvieron la bendición de ser hijos de líderes sobresalientes en la iglesia, pero así también hay otros que teniendo padres pastores, diáconos, evangelistas, maestros, dejaron los caminos del Señor.

Busqué en las cartas pastorales algunas recomendaciones que nos da Pablo y aunque no cuento con todo el espacio para dialogar detenidamente estos versículos, quisiera dejar algunas observaciones.

Pablo, en sus cartas pastorales, habla a una cultura grecorromana, que se caracterizaba por su estructura Patriarcal (Y machista), en ese entorno, con frecuencia los políticos eran evaluados por la conducta de sus hijos y esposas, pues así demostraban sus capacidades de liderazgo.Los Padres (varones) ejercían mucha autoridad sobre sus esposas e hijos.
En tanto, la cultura judía, el Padre se consideraba responsable de la educación de sus hijos y muchas veces los medios para ejercer disciplina era por medio drásticos castigos.

En ese contexto, en 1Timoteo 3:4,5 aparece uno de los requisitos de los obispos(o pastores) de la iglesia en relación al trato con sus hijos.
En el versículo 12 está uno de los requisitos de los diáconos y que también atañe a los hijos.
Tanto los obispos como diáconos deben “Gobernar bien sus hogares”, según el texto.
Es interesante observar que lo que sugiere Pablo, es que estos líderes tengan una congruencia entre el trato que se vive en el hogar, como el que se manifiesta en la iglesia.
De hecho el adverbio “bien” viene del griego “kalós”, que significa bueno, excelente, sano, útil.
No es cualquier tipo de gobierno.
Es así que Pablo lanza una pregunta en el vs. 5“Pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?

Aquí aparecen dos verbos:
1.Gobernar, del griego “proistámenon”, que significa ponerse al frente, estar delante, dirigir, gobernar.
2.Cuidar, del griego “epimelésetai”, que significa, dirigir mis cuidados hacia. (un cuidado de provisión y previsión)

Pablo relaciona el gobernar con el cuidar, el dirigir, con el servicio. Aquel que gobierne y cuide a la iglesia de Dios debe ser un siervo por excelencia, por lo tanto su rol como Padre y esposo debe ser en la misma ecuación, Liderazgo-Servicio.

Hay otras dos apreciaciones que aparecen en el texto, el vs. 4 dice “Que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad”.
La palabra traducida por honestidad, viene del griego “semnótes” que significa respetable, seriedad, dignidad.
Es decir, que la obediencia de los hijos cristianos hay que ganársela mediante una autoridad que evoca respeto.

¿Pero cómo ganársela?, aquí es necesario ir a otra cita trascendental en el tema.
Efesios 6:1-4. En este texto Pablo deja ver el contexto cultural, pues en el versículo 1, cuando habla de la responsabilidad de hijos a Padres, la palabra es “goneúsin” que significa Progenitores (Padre y Madre).Pero en el vs. 4, cuando les habla a los Padres, la palabra es “patéres” que se refiere a los Padres varones, que eran los encargados de la disciplina.

Pablo invita a los Padres a criar a sus hijos cristianos en la disciplina y amonestación del Señor. De nuevo estas dos palabras hay que verlas.
1.disciplina, del griego “paideia”, que significa instrucción, corrección, pero de carácter práctico, a través del ejemplo.
2.amonestación, del griego “nutesia” que significa poner en mente, instruir, a través del consejo.

El desafío. No sólo para Padres líderes, sino para todo Padre o Madre cristiano(a), es ser un(a) líder siervo(a) en el hogar, alguien que instruya a su hijo en el ejemplo y en la Palabra, viviendo primeramente su fe.
Que cuide la iglesia de Dios tal como cuida su casa, es decir, invirtiendo tiempo y no siendo un Padre ausente, que sus hijos solo lo ven el domingo cuando está detrás del púlpito.
También debe evitar el error de la amenaza, de advertir a sus hijos como ya lo he escuchado en otras partes, que si cometen un error, tendrán que salir del ministerio, provocando que sus hijos teman mas al qué dirán, que a lo que Dios dirá.

Dejemos de pedir a los hijos de líderes más de lo que le exigimos a los hijos de otros Padres de la Iglesia, pues el ser buenos Padres cristianos no es una responsabilidade sólo de los líderes de la iglesia , sino de todo Padre creyente.