16 ene 2010

PIADOSA CRUELDAD EN HAITÍ

(Escrito por Gustavo Román, teólogo y abogado costarricense)

El tele-evangelista Pat Robertson, explicó que el terremoto en Haití es el resultado de una maldición que ese pueblo arrastra desde que, para liberarse de la ocupación francesa, hizo un pacto con el diablo.

Pat no reveló sus fuentes para arribar a la mistérica hipótesis. Es probable que el propio Satán se lo haya susurrado; pero lo que aquí quiero comentar son dos implicaciones de lo afirmado, la primera de orden teológico y la segunda estrictamente moral.

La tesis de Pat, supone que las personas pueden sufrir castigos divinos por crímenes ajenos. No se trata de que las consecuencias del pecado de unos caigan sobre otros (algo que cotidianamente pasa en nuestras carreteras). No, sino que Dios inflige penas sobre individuos en virtud de actos no cometidos por ellos. La idea se expresa en antiguas tradiciones bíblicas: “Yahvé… que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación” Ex 34.7. Los insensatos amigos de Job también la postulan. Pero ya los deuteronomistas proponen otra lectura: “No morirán los padres por culpa de los hijos ni los hijos por culpa de los padres. Cada cual morirá por su propio pecado” Dt 24.16.

Más adelante, en palabras del profeta Ezequiel “al justo se le imputará su justicia y al malvado su maldad” Ez 18.20. Se formula así, en el pensamiento religioso de Israel, el concepto de responsabilidad personal.

Posteriormente, Jesús enfrentó la cuestión del mal. Ante el ciego en el estanque de Siloé, los discípulos preguntaron si su padecimiento se debía a un pecado propio o a uno cometido por sus padres.

Jesús contestó que la causa no estaba en éste ni en aquellos, pero que esa dolorosa realidad era ocasión propicia para que se mostrara en el ciego la obra de Dios (Jn 9). El origen del mal lo encaró como misterio y, en consecuencia, al respecto guardó silencio.

Pero, además, reconoció en el dolor un imperativo del amor de Dios, para que su acción salvadora se manifieste en la compasión y la solidaridad, entre los seres humanos.

Así, Manuel Fraijó precisa dos tradiciones cristianas sobre el mal: la que ve el mal como algo merecido, consecuencia del pecado y que pregunta por los culpables; y la que ve el mal como algo que arrasa incluso inocentes (Job), como tragedia sin causa explicable y que enfatiza la urgencia de auxiliar a las víctimas.

Jesús entendió el mal desde la segunda. El samaritano Pat, por el contrario, en vez de poner bálsamo en el cuerpo herido del asaltado camino a Jericó, habría especulado sobre qué antiguas maldades de sus ancestros podrían haberle acarreado tal destino.

Lo de Robertson no tiene que ver, solamente, con las repercusiones de la comprensión literal de textos bíblicos, propia del fundamentalismo protestante. Hay agresividad en sus palabras. Cuando hace años sentenció que el ataque a las Torres Gemelas y el huracán Katrina habían sido producto de la legalización del aborto (Pat es insigne defensor “de la cultura de la vida”), evidenció que el rostro de su dios es muy distinto al del Dios de Jesús.

La divinidad que lo anima sigue una lógica clara: si los políticos autorizan la eliminación de embriones humanos, él, con la furia irresistible de su poder vengador, demostrará que es capaz de ahogar aún más vidas en New Orleans (aunque no tengan nada que ver con la decisión del Capitolio).

Un dios muy parecido a Bush, dispuesto a multiplicar infinitamente la cifra de fallecidos el 11 de setiembre, con la sangre de iraquíes inocentes.

Cargar sobre las agobiadas espaldas de los dolientes, la temeraria acusación de que están malditos por Dios, único Ser del que muchos esperan ternura en medio de su dolor, es perverso.

La palabra piedad tiene dos acepciones, la primera es la compasión por el sufrimiento ajeno y la segunda, celo o fervor religioso. Juntas, alientan a muchas Teresas de Calcuta.

La segunda sin la primera, es capaz de elevar a temperaturas infernales la crueldad y odio visceral de tanto Torquemada que anda suelto.

Evangelización en una sociedad pluralista (III Parte)

Consecuencias de la Misión de Jesús

1. El libro de los Hechos nos muestra cómo el evangelio fue permeando desde Jerusalén, Asia menor, el Norte de áfrica y Roma. La naturaleza revolucionaria de la misión cristiana, primeramente inaugurada en el evento de Pentecostés (Hch.2) manifestaba un nuevo entendimiento de relaciones sociales, donde “Hombres, mujeres, esclavos, libres, ricos, pobres judíos, griegos o bárbaros” se aceptaban como hermanos y tienen la misma posición participativa en la comunidad.

Fue un movimiento sin analogía, para muchos historiadores fue una especie de “imposibilidad sociológica”

2. Lamentablemente, el mismo libro de Hechos, va mostrándonos los profundos problemas internos de la comunidad. Hasta el Cap. 5:12, la iglesia era en su esencia, un movimiento dentro del Judaísmo.

Viene el capítulo 6 y 7 Lucas introduce un conflicto que reaparecerá varias veces, que es la fracción entre los judíos cristianos, cumplidores de la Ley y los cristianos venidos del mundo helénico, donde Pablo es su representante.

3. Tomando como guía el libro, el capítulo 10 nos muestra, a través del encuentro Cornelio-Pedro, categorías de evangelización que nos provocan:

Encuentro de Pedro con Cornelio como Paradigma de Evangelización

· Hay un hombre llamado Cornelio, que es un “temeroso de Dios”, es decir un gentil simpatizante del judaísmo. Pero que se encuentra fuera de la religión reconocida.

· Una tarde recibe una revelación de un ángel, pero extrañamente este ángel no le da el mensaje, sino que le dice cómo entrar en contacto con un hombre llamado Pedro.

· Pedro recibe otra revelación, una loca orden de Dios de hacer algo que para él es pecado. A través de este perturbador mensaje, Pedro es preparado para repensar sus categorías. Justo recibe una invitación de parte de Cornelio, visitar su propia casa.

· Al llegar, Cornelio está tan conmovido que se arroja a los pies de Pedro, pero Pedro no acepta esta muestra de respeto y se pone al mismo lugar de Cornelio.

· Pedro conversa con los reunidos en la casa y reconoce que algo nuevo ha aprendido, que Dios no hace acepción de personas.

· Para cuando comienza a enseñar, no los trata como ignorantes, sino en cuanto a lo que ya saben (10:28).

· Comienza la predicación, pero en medio del mensaje el Espíritu desciende y sólo queda el reconocimiento de que el Espíritu Santo no hace acepción entre judíos y gentiles (10:47)

· Lamentablemente, al llegar las noticias a Jerusalén (11:2-3) la actitud de la iglesia refleja una postura aún discriminadora.

¿Qué nos enseña este relato para nuestro desafío evangelizador en este mundo pluralista?

· Como dice Brian Maclaren: “La evangelización debiera darse a conocer mediante relaciones de persona a persona, fomentando el encuentro humano”(4).

El ángel no fue el heraldo del mensaje, sino Pedro.

· Pedro rechaza ver a Cornelio postrado frente a él y le expresa con honestidad que él es un ser humano común y corriente. La evangelización no es una escusa para establecer relaciones de superioridad, la evangelización debiera ser en un ambiente de relaciones horizontales.

· La evangelización no solo es discurso, sino diálogo, Pedro “conversa con Cornelio”.

· La evangelización es mostrar un profundo respeto a la religión y origen étnico y Pedro en vez de mostrarles cuánto tienen que aprender de él, les expresa que también él está aprendiendo de su experiencia.

· La evangelización debiera reconsiderar los vocabularios usados para referirse a las personas que no profesan la misma fe, pues en mucho de nuestros mensajes, la palabra “Perdidos” ha tenido una connotación donde subvaloramos a los que no creen igual que nosotros, así como la iglesia en el cap.11 también “rayaba la cancha entre creyentes y no creyentes”. Recordemos que “Perdido” en las tres parábolas de Jesús en Lucas 15, significan “Amado, precioso y buscado”.

· En este relato uno se pregunta ¿Quién va primero en la evangelización?, Respuesta: El Espíritu Santo. No solo va primero, ya llegó antes que nosotros. En estricto rigor, Él no necesita la mediación de ningún paquete de ideas para manifestarse (Antes que terminara Pedro de hablar sobre el Evangelio, el Espíritu le deja bien claro que él es soberano). Con esto queda demostrado que Dios trasciende todas nuestras fórmulas. El Espíritu le manifiesta a Pedro cómo Dios ya ha “Limpiado” a todos esos hijos del paganismo, de la cultura más lejana de la fe judía, a estos mismos, les fue manifiesta la obra del Espíritu como lo fue en Pentecostés. Pedro es evangelizado tanto como Cornelio.

En qué falló la Iglesia

· Jesús no tuvo la intención de formar una nueva religión. La comunidad de Jesús sería una comunidad inaugurada por el Reino y sus valores, una especie de comunidad para el bien de todos. Una comunidad que no cortara su relación con los otros.

· Desde muy temprano los cristianos tendieron a ser más conscientes de lo que les distinguía de los demás que de su responsabilidad con ellos.

· Su supervivencia como grupo separado comenzó a ser prioridad y el compromiso con el Reino de Dios quedó poco a poco de lado. Con el transcurso del tiempo, la comunidad de Jesús se convirtió en una religión, en un nuevo principio de división entre la humanidad.

· Dejó de ser un movimiento para convertirse en una institución.

Diferencias entre movimiento e institución:

Ya no es progresista, es conservadora

Ya no es activa, es más o menos pasiva

Ya no es influyente, sino receptor de influencias

Ya no mira hacia el futuro, sino hacia el pasado

Ya no cruza fronteras, sino vigila fronteras.

Conclusión:

Acercándonos a algunas propuestas

1. La evangelización es el “Si” de Dios al mundo, en cuanto en la agenda del Reino de Dios están los temas de la salvación, que comprende, el rescate de todo tipo de alienación del hombre, la justicia, la paz, la plenitud de Vida. Sin embargo, el Reino de Dios no se limita a las consideraciones humanas ni políticas de un estado justo, pacífico y ausente de pobreza. El reino de Dios rebasa todo plano humano de bienestar.

Por lo tanto, la evangelización también comprende el “NO” de Dios al esfuerzo humano por absolutizar o sacralizar todo movimiento o ideal que se plante en este mundo.

El “No” de Dios, por otro lado, tampoco es “Dualismo”, como tampoco el “Si” confunde este mundo con el Reino de Dios.

Ni una iglesia secularizada, ni una iglesia dualista y apartada de las necesidades concretas, pueden reflejar fielmente todo el plano de la actividad de Dios.

La evangelización es una invitación a “salir del mundo”, al mismo tiempo que es “enviada al mundo” como parte del plan redentor de Dios.

2. La evangelización es la expresión de la relación Dinámica entre Dios y el Mundo, es portavoz de la “Gracia de Dios”. Entendiendo la Gracia no como la acción jurídica de Dios, propia de los conceptos de Tertuliano y los teólogos occidentales clásicos, sino como “La auto comunicación de Dios y su gratuidad” (5)

Siguiendo el modelo de la Gracia de Dios, esto nos debiera convencer que el proselitismo queda fuera de todo esfuerzo evangelizador, pues la fórmula no es “Traer hacia…” sino “Entregarse por completo a…”

3. La conclusión extraída de la variedad multifacética (y los diferentes esfuerzos teológicos) de las iglesias que componen nuestro continente, nos lleva a la conclusión de que no existen modelos o leyes inmutables y objetivamente correctos, los cuales sean aplicables en cualquier (o en todo) contexto.

4. El campo misionero de nuestra evangelización debiera comprender la totalidad de la existencia humana, cuando no responde al hombre concreto y sus necesidades concretas, la evangelización tiende a convertirse solo en “evangelismo” (Mt.5:16).

5. El famoso teólogo, pastor y mártir alemán, Dietrich Bonhoeffer dijo en el contexto de la segunda guerra mundial lo siguiente:

“¡Sólo aquél que grite a favor de los judíos, también podrá entonar los cantos gregorianos! … La Iglesia permanecía muda, cuando tenía que haber gritado… La Iglesia reconoce haber sido testigo del abuso de la violencia brutal, del sufrimiento físico y psíquico de un sinfín de inocentes, de la opresión, el odio y el homicidio, sin haber alzado su voz por ellos, sin haber encontrado los medios de acudir en su ayuda. Es culpable de las vidas de los hermanos más débiles e indefensos de Jesucristo". (5)

Lo que plantea Dietrich Bonhoeffer, es que la iglesia, en algún momento dejó de reconocer con asombro aquellas imágenes provocadoras de siglos pasados y todo el fermento misionológico perdió fuerza. Para Bonhoeffer, la máxima expresión de alejamiento a la ética de ese Dios de la salvación es la profunda contradicción entre sus creencias y la demanda de una obligación evangélica en ese enclave histórico.

  1. Por eso, e inspirado en el encuentro de Pedro y Cornelio, considerar hoy evangelización en este contexto pluralista, quizás nos desafía a mirar mucho más allá de nuestras fórmulas o esquemas tradicionales.

Propongo un acercamiento:

Evangelización, es “el aprender a abrir los ojos para ver al Dios de la creación “Activo” en el mundo y unirme en su misión.”

7. Reconocer a este Dios activo en el universo, es asumir que el impacto del evangelio que golpeó tan fuerte el mundo hasta el día de hoy, significó un Nuevo momento para el Universo.

La invitación es aprender a ver al Dios activo, ahí donde se está haciendo reconciliación, armonizando la creación, el ser humano y Dios y donde la paz y Justicia hablan el mismo idioma.

8. ¿Qué podría significar evangelización hoy?

Para muchos, evangelizar está aún encuadrada dentro de un esquema del cual somos herederos, que comenzó en las Cruzadas medievales (Que curioso que aún usamos esa palabra en nuestros acercamientos Evangelísticos). Es el rol del “Colonizador” que “Hace misión” a aquella cultura hundida totalmente a la dominación del diablo y necesita urgentemente ser evangelizada, pues está convencido de que Dios llegó junto con él a esa realidad.

Qué distinto es llegar a una cultura, donde yo soy el primer postulante a evangelizarme, a advertir (como Pedro) que Dios ya ha estado presente y activo en esa realidad y en esa cultura.

9. Lo que ayer podía detener a una ciudad y era digno de ser escuchado, como un nuevo momento para la historia y el Universo ¿por qué hoy se ha transformado en un paquete de fórmulas proselitistas, en función de confundir el Reino de Dios con una iglesia determinada?

10. Como lo consideraron algunos movimientos del siglo 16, ser seguidor de Jesús, no era vivir su confesión de fe en exclusión del otro. Era un movimiento más que una institución. Su praxis nos advierte que ninguno podría abrogarse tener la aduana ni el filtro de la acción del Espíritu Santo a partir de mi tradición, mis confesiones y mi eclesiología. Somos invitados con humildad a sumarnos al Espíritu (que sopla donde quiere y cuando quiere) en su acción, esté donde esté y esté con quién esté (6).

¡Dios nos libre de la soberbia de considerar a Dios patrimonio exclusivo nuestro y nos guíe con humildad en el intento diario que requiere el soplo del Espíritu en cada segundo, de seguir a Jesús y le pedimos que en esa forma de pararnos podamos tener la gracia de convocar a otros al Reino de Dios!

"De la cobardía que no se atreve a enfrentar nuevas verdades, De la pereza que se conforma con medias verdades, De la arrogancia que cree que conoce toda la verdad, Buen Señor, líbranos"

Oración Keniana

4)Brian Mclaren, “Más preparado de lo que piensas”, Ed. Kairos, Arg 2006, pag. 58

(5) Antonio González, “Gracia y Libertad”, Una perspectiva anabautista, Seut. Esp. 2006, http://www.centroseut.org/articulos/v2/varios004.pdf

(6)Drietich Bonhoeffer, http://www.um.es/campusdigital/Cultural/Bonhoeffer.htm

(7) Juan Driver, ”Convivencia radical”, Ed. Kairos,Arg.2007, pag.68

12 ene 2010

Evangelización en una sociedad pluralista (II Parte)

Acercamiento Bíblico

Antiguo Testamento y Evangelización

1. Para las naciones que circundaban Israel, los dioses se hacían presente en el ciclo eterno de las estaciones del año y en los lugares sagrados. Para Israel, Dios se hizo presente en la Historia, una Historia que es intervenida por Dios y apunta hacia el mundo futuro.

2. Dios es el Dios que ha elegido a su pueblo. ¿Para qué? Para el servicio y la santidad, entiéndase santidad como reflejar la intención redentora de Dios en la vida del otro de manera concreta (Gn.12:2; Lev.19). La responsabilidad de Israel, reiterada en el llamado profético, es servir al prójimo, sobre todo al marginado, cuidando de aquellas víctimas de la sociedad, como lo eran las viudas y los huérfanos (Ex.22:22; Sal.68:5).

3. La actitud frente a los extranjeros es ambivalente, si bien se presentan muchas veces como los enemigos políticos de Israel, también son objetos de la bondad de Dios.

4. No hay una motivación de Israel de salir en pos de las naciones, si vienen es porque Dios las trae. Eso convierte a Israel en una religión “Centrípeta”.

Nuevo testamento y Evangelización

1. Los Evangelios nos presentan a una iglesia que ya está inserta en el “mundo”, comunidades que trasladan a Jesús del “suelo” Palestino y lo recomiendan a toda la cuenca mediterránea, influida por las corrientes helénicas, sus cultos mistéricos y el culto al Emperador. El Jesús de los evangelios ya es el “mensajero del reino “y el “mensaje de la iglesia”, es heraldo y contenido.

2. La evangelización en el Nuevo Testamento es variada, hay más de 90 afirmaciones diversas ligadas a la misión. Imágenes que se presentan en paradigmas de lo que debiera ser el encuentro iglesia-Mundo. Encuentro que no se limita a ciertas estrategias, sino que se amplía en inagotables propuestas.

Jesús y la evangelización

1. En la Palestina del primer siglo, proliferaban los movimientos que resaltaban la salvación de un remanente fiel.

Mientras que Jesús en su predicación abarcaba todo Israel, el número 12 es símbolo de la restauración de un nuevo Israel.

Jesús acerca a todos, sobre todo a aquellos, que por razones económicas, culturales, de salud, mentales, eran marginados.

Jesús, en su acción revela un rostro de Dios totalmente diferente a las que presentaba el poder religioso y como lo dice Francois Varone: “Debemos saber que la palabra “pecadores” designa, simplemente, a toda esa masa de gente paupérrima para la religiosidad de la época, a todo ese proletariado cuyas condiciones de vida hacían imposible la observancia de las reglas de la pureza, con todas las abluciones rituales que había que hacer antes de comer y al regresar del mercado, con todas las manchas que había que evitar, etc. Cuanto más descendía en la escala social y, consiguientemente, en la falta de comodidades domésticas, más inevitablemente se hundía uno en el pecado. En lo más bajo de dicha escala se hallaban los pastores, que llevaban una vida nómada con sus ganados y que estaban condenados a la impureza; pues bien, es a ellos quienes Lucas (2,8) hace llegar la primera noticia de la salvación”.(3)

2. Jesús no es un revolucionario de izquierda, ni un reformista de derecha, su misión no pretendía derrocar el poder y proponer alguna suerte de “Imperio Cristiano”, su misión estaba más orientada en “Convertir ese poder” más que derrocarlo y su muerte fue resultado de la incapacidad de ese poder para acceder a la invitación de Jesús.

Su mensaje, si bien, tiene una opción clara a los pobres y marginados, no es exclusivo de ellos, abarca al pobre como al rico, al oprimido como al opresor, al pecador como al devoto. Su predicación tiene como objeto derribar los muros de hostilidad entre los hombres.

3. El mandato de amar a los enemigos, es considerado como uno de los dichos más característicos de Jesús. Para el judaísmo, esa afirmación fue “Una innovación introducida por Jesús”. Jesús no pone, al parecer ninguna condición cultual como la de los fariseos, eso produce mayor rechazo. Sólo insiste en amar al prójimo. Este mandamiento que aparece en los evangelios fueron escritos para que esas comunidades de segunda generación de cristianos no definan su identidad en oposición violenta a los de afuera (Mt. 5:46)

4. Marcos resume toda la vida de Jesús en la palabra “Evangelio”. Es importante comprender qué significó esta palabra en tiempos de Jesús. La palabra “Evangelio” era del lenguaje Político romano. Era un enunciado del Emperador, que convocaba, aglutinaba y afectaba la vida de todos. Afectaba de modo inmediato sin mediación de “Creo o no Creo” a toda la realidad.

5. La pregunta es ¿Por qué ponerle a la vida, mensaje, muerte y resurrección de Jesús, Evangelio? (Mc: 1:1), al parecer, para las comunidades del Nuevo Testamento, el evento de Cristo tenía un efecto en el mundo tan relevante o más relevante que las buenas noticias emanadas del Emperador. (Pero hoy si nos paramos en alguna plaza central diciendo que vamos a hablar del Evangelio, lo más seguro es que nadie esté interesado en escuchar. ¿Qué le pasó al evangelio? O mejor dicho ¿Qué le pasó a los proclamadores del evangelio?)

6. Necesitamos un entendimiento mejor o más auténtico de lo que Evangelio significa. Hoy cuando hablamos de Evangelio lo relacionamos con cosas “del alma” o con “conocimientos que debemos saber”.

7. Si hay algo que ha afectado a la iglesia en su historia, es el diálogo (o lucha) que tuvo con algunas filosofías del mundo helénico y en cuyo debate, la iglesia no salió ilesa. Uno de los grandes movimientos mistéricos del primer siglo fue el “Gnosticismo”, cuya filosofía principal era la “Salvación por medio del conocimiento”.

8. Hoy, en esencia, asociamos “Evangelio” con “Doctrina” y “Doctrina” con “Conocimiento”. Lo interesante es que en el pensamiento Paulino (quién menciona en varias de sus cartas la palabra Evangelio) lo doctrinal o la sana doctrina no es necesariamente un “paquete de ideas”, es NADA MÁS NI NADA MENOS QUE EL MISTERIO DE LA PERSONA DE JESUCRISTO.

9. Hoy, incluso, cuando hablamos de Salvación, decimos que para ser salvo hay que creer y “creer correctamente”.

10. Hoy se ha perdido toda la fuerza social del concepto primigenio de “Evangelio”, el eco que produce hoy esta palabra ya no es el mismo eco que producía cuando se pronunció en un inicio. Perdió lamentablemente todo su sentido rico en propuestas de articular la vida y la praxis.

Evangelización y Reino de Dios

1. Esta expresión aparece en el judaísmo posterior, pero la idea se aloja muy temprano en Israel. En su primera etapa se creía que el gobierno real se desarrollaría en torno a la dinastía davídica (2 Sam. 7:12-16)

En una segunda etapa, se creyó que Dios gobernaría el mundo desde el Templo (Ez. 40:43)

Ya en periodos de la dominación, se creé la expectativa futura de un cambio dramático de posición. Israel será puesto por encima de todos los reinos y potencias.

2. La predicación de Jesús está en el contexto del “Reino de Dios”. El aporte de Jesús es considerar este Reino, tanto futuro como presente, “El Reino de Dios está aquí, pero aún no se realiza definitivamente”. Esta manifestación del Reino tiene connotaciones políticas, pues declarar que los leprosos, publicanos y marginados son hijos del Reino, es una acción sediciosa, como sediciosa en esta misma línea, debió sonar “Venga Tu Reino”.

3. El reino de Dios está descrito mayormente en las parábolas de Jesús y si uno hace una revisión de las “Parábolas del Reino”, se encuentra con los siguiente evocaciones:

· El Reino de Dios es una fiesta. El Reino es la realización perfecta del pleno sentido de la vida del hombre. Es como un gran banquete en el que quedan saciadas todas las necesidades y donde se experimenta la alegría profunda del amor y de la compañía. De ahí que su llegada sea una Buena Noticia, la mejor noticia para el hombre.

· El Reino de Dios es una gracia. No es fruto de nuestros esfuerzos, no lo podemos planificar, organizar y construir con nuestras fuerzas, sino que es un regalo, un don que se nos ofrece gratuitamente. Se trata de la presencia activa del amor y de la misericordia de Dios que nos viene al encuentro. Es como una semilla nueva que alguien siembra en nuestra tierra, o como un tesoro con el que nos encontramos inesperadamente.

· El Reino de Dios es una fuerza transformadora, es la posibilidad de cambiar al hombre desde dentro, sanando todas sus enfermedades y liberando todas sus posibilidades. Es como un poco de levadura que transforma toda la masa y hace un hombre y una sociedad afectada por nuevos valores.

· El Reino de Dios es una nueva forma de vivir y de comportarse, porque afecta a las cuatro relaciones que constituyen al hombre y las transforma:
- la relación con Dios, a quien descubre como Padre;
- la relación conmigo mismo, a quien me descubre como hijo;
- la relación con los otros, que se convierten en mis hermanos;
- la relación con las cosas, que de ídolos pasan a ser dones de Dios para mi utilidad.

Es como la nueva situación que estrena el hijo pródigo después de haberse encontrado con el amor y el perdón gratuito de su padre.

4. El Reino de Dios es un proceso de crecimiento. Ciertamente este Reino sólo se realizará de forma plena y definitiva en la manifestación de Cristo. Pero es algo que ya ha comenzado, que ya está en marcha entre nosotros (Mt 12:28). Y ha comenzado como algo humilde y escondido que va desarrollándose sin parar, hasta llevar al hombre a la plenitud definitiva que Dios tiene pensada para él. Es como una pequeña semilla de mostaza que acaba convirtiéndose en un árbol gigante.

5. El Reino de Dios es una civilización del amor, porque no sólo cambia a las personas individualmente, sino que crea también una nueva sociedad que, por aceptar la soberanía del amor de Dios, es una sociedad de hombres libres, pacíficos, compasivos, una sociedad que protege y ayuda a los desvalidos, a los humildes y a los pobres. Es como un gran banquete al que se invita a todos sin ninguna discriminación, y, sobre todo, a los pobres y desvalidos que andan por los caminos, para que todos convivan con alegría.

(3) Francois Varone, “El Dios sádico”, Ed. Sal Terrae, Esp. 1998, pag.78

11 ene 2010

Evangelización en una sociedad pluralista (I Parte)

Introducción
Desde la segunda guerra mundial, hasta unas cuatro décadas después, el mundo vivió cierta estabilidad y el reparto del poder mundial estaba bajo dos superpotencias ideológicas y militarmente opuestas – Estados Unidos y Unión Soviética- , la paz durante la guerra fría solo fue alterada por pequeños y aislados enfrentamientos locales en diferentes partes del mundo.
Pero algo pasó desde 1989, cuando comenzó el desmoronamiento de la cortina de Hierro (junto con la caída del Muro de Berlín)
Este hito nos introduce en la formación de un nuevo orden social, político, económico, cultural y religioso en el mundo. No fue solo un cambio en nuestra concepción del mapa mundial, sino un cambio en la conciencia de la humanidad.
Los procesos de consolidación económica y política de los países que estuvieron bajo el régimen comunista, la incorporación de nuevos países miembros, el redescubrimiento de la riqueza cultural de los países de Europa Oriental. Todo esto despertó en muchas personas un entusiasmo por soñar un mundo más igualitario, de más oportunidades, de más justicia, más democrático. En síntesis, la década del 90 nos introdujo a una fe profunda en un mundo próspero.
Lamentablemente no todos los procesos que vivieron los países se compaginaron de acuerdo a este ideal y el horizonte cada vez se está viendo más negativo.
El acelerado progreso tecnológico y económico de algunos países industriales se distanció cada vez más de los países pobres del mundo, no sólo estos países no han podido ir al ritmo de las Potencias, sino que su economía ha decrecido alarmantemente. Esta realidad ha provocado que miles de personas opten por emigrar a otros escenarios más atractivos, provocando así en países desarrollados la llegada por aire, por tierra, por mar de personas y familias completas , que en calidad de clandestino pisan suelo extranjero.
Esto produce a gran escala un fenómeno lamentable, lo dramático del desarraigo familiar, las condiciones de trabajo infrahumano, la explotación, la persecución policial. Vivir sin un rostro, sin un nombre, sin una identidad en un país extranjero, es encontrase en la vulnerabilidad.
El sueño del dinero fácil, ha llevado a algunos a enfrascarse en el tráfico de drogas, la prostitución, la delincuencia.
Esta migración de nuevas culturas, la realidad de un sistema económico que hasta ahora no tiene adversario en el panorama mundial, la globalización que viene de la mano con la tecnología, ha traído una mezcla de culturas, religiones y maneras de vivir, que puede producir un gran enriquecimiento humano en la cultura que acoge o en su contraparte, racismo, persecución, intolerancia, explotación y marginación.
Todas estas realidades que vivimos, conscientes o inconscientes en este nuevo milenio, conlleva un gran desafío para nuestra fe y la manera en cómo las iglesias se paran frente a estas nuevas realidades. Tenemos por delante el desafío de afrontar con creatividad el futuro que irrumpió con fuerza en nuestra realidad.
Hablar de evangelización en un mundo Pluralista, es hablar también de cómo podemos hacer teología en la posmodernidad.
Para el hombre posmoderno, el pluralismo es un valor y esto se ha visto fuertemente en Europa, donde desde el Renacimiento hasta mediados del siglo 19, varios países pasaron del “Nacional- Catolicismo, Nacional-Anglicanismo o Nacional- Luteranismo” a un estado Laico.
En Latinoamérica, a pesar que el posmodernismo no ha calado de manera total en nuestras mentalidades, en muchos países la globalización ya es un hecho y las repercusiones ya están dejándose sentir.
Las iglesias en Latinoamérica se han caracterizado por su fervor evangelizador. “La defensa de la Fe” y “la pasión por las almas” han sido las dos principales características del movimiento evangélico latinoamericano. Resultado de ello, es el gran crecimiento del movimiento protestante en el continente.
Este fervor Evangelístico, también se ha caracterizado por el deseo de descubrir el método de evangelización que sea apropiado para evangelizar todo el mundo, en todos los contextos y en todos los tiempos. Como consecuencia, algunas iglesias han devenido de métodos en métodos, donde lo único “estable” es el “cambio”.
Como efecto contrario a este fervor por la evangelización, es un tenue fervor por hacer teología en estos nuevos escenarios.
Muchos líderes, no solo tienen poco interés por hacer teología, sino que lo miran con recelo, con sospecha, ya sea por “racionalizar” la fe, llevarla a dimensiones áridas y especulativas o poner en peligro las creencias ya establecidas.
Creo que frente a este desafío, es necesario una evangelización, como dicen las Escrituras, “a toda criatura”, pero esta criatura valorada no tanto como cifra o estadística de “Mercadeo Evangelístico”, sino en toda la dimensión de su dignidad como ser Humano integral.


Un vistazo al panorama actual
Evangelización en crisis:

1. La ciencia, la tecnología, la globalización y la secularización han reducido la importancia en la fe que promueven las iglesias tradicionales, el hombre tiene (Al parecer) ya tiene la manera y los medios para manejar las exigencias de la vida, lo que se busca es una espiritualidad de “Hágalo usted mismo”.

2. Como dice David Bosch: “En Europa, existe un alarmante punto de descristianización, ya en 1982 habían estadísticas que en Europa y Norte América, un promedio de 53.000 personas salen de la iglesia cada año salen de la iglesia de manera definitiva”.(1)

3. Aunque se ha intentado, cada vez es más difícil trazar el mapa en dos territorios, “cristianos y no cristianos”. Hoy vivimos en un mundo pluralista, donde musulmanes, budistas y gente de muchas creencias están en contacto diariamente. En España desde 1992, se hizo un acuerdo entre el gobierno y las tres religiones monoteístas (judíos, musulmanes y cristianos) para dar un paso en la libertad, igualdad y mutua cooperación entre estas tres religiones (2).
Proceso de igualdad que también asumen otros países de occidente. En 1999, en Chile se promulga en el DIARIO OFICIAL La Ley de libertad Religiosa y de Culto.

4. La teología de Europa y Estados Unidos, era (Hasta hace menos de un siglo) inobjetable, luego de varios episodios políticos y culturales en países más pobres, han provocado que nuevas iglesias provenientes de aquellos campos misioneros, hayan dado un paso de autonomía, mirando con sospecha y espíritu crítico, percibiendo las teologías y la eclesiología anglosajona como irrelevante (para el contexto latinoamericano, asiático o negro), especulativa, imperialista y salida desde el mundo explotador.
Eso ha provocado una incertidumbre al momento de hablar sobre “Evangelización”.



(1) David Bosch, “Misión en Transformación”, Ed. Desafío, Usa 2000, pag. 9

(2) Juan José Tamayo, “Adios a la cristiandad”, Ed. Sine qua non, Esp. 2003, pag.57