Jesús, tú que estuviste muerto, como uno más entre los cadáveres de Jerusalén, pero ahora vives. Tú, primogénito de los Muertos, que transformaste la tumba en una sala de partos.

Hace casi dos mil años, hoy dormías y las tinieblas parecían haber vencido, pero el Día VIENE!!!

Elías denuncia la corrupción religiosa y política del Rey Acab y su esposa, la Reina Jezabel. En ese enfrentamiento la reina lo amenaza de muerte y Elías Huye. ¿Qué hubiese pasado si Elías no hubiese huído? Lo más seguro que muere. 800 años después otro hombre denuncia con la misma determinación la decadencia religiosa de su tiempo. Planean matarle, pero él en vez de huir, enfrenta el conflicto. A la tarde del Viernes, su cuerpo yace colgado en una cruz Romana.

El mesías que predicamos hoy, se bajó de la Cruz, no la quiere, ni tampoco nos invita a tomarla. El Mesías de nuestras predicaciones esconde sus heridas y su debilidad, se averguenza de su pobreza y tampoco nos invita a rechazar el pecado en todas sus dimensiones. El Mesías que predicamos ya ni siquiera habla de Dios, sólo habla de cómo sentirnos mejor con nosotros mismos.

Dios nos ha dado luz Verde

Algo nuevo sucederá en Guatemala, un gran movimiento juvenil se levantará, será algo que no se ha visto... ya vendrán noticias, Dios ha dado luz verde.
Un movimiento que pueda dar espacio de iglesia-familia para muchos jóvenes que ya se vacunaron en contra de la Iglesia.
Dios, danos la fuerza para hacer lo que no podemos hacer, la sabiduría para saber hacerlo y la locura para hacer lo que nadie quiere hacer.

Dios nos da un sentido de vida, y un sentido de vida da valor a todos nuestros valores.