Este Jueves en la noche partí desde mi ciudad Quilpué a la capital para viajar a Guatemala.
A las 2:37 AM, inicié mi viaje, después de más de 10 horas entre vuelos y escalas llego a este lindo país.
Primera vez que participo haciendo Humor en una Convención tan grande en Centroamérica y estaba muy nervioso antes de salir al escenario.
Y como toda persona que hace Stand Up Comedy, uno está completamente desnudo frente al público, ahí en ese escenario no vale tanto intentar ser chistoso, sino ser honesto con lo que uno dice. ¿Y por qué digo que Dios tiene sentido del Humor?
Porque ayer explicaba en la rutina que yo no cuento chistes, lo que hago es "Hablar de mis desgracias", es decir, "Mis desgracias tienen algo de Gracia".
Los que me conocen un poco más cerca saben que no nací en un hogar ni cristiano, ni muy bien constituído, sino más inclinado a la disfuncionalidad.
Desde muy pequeño estuve rodeado de las carencias, esas mismas carencias tanto económicas como emocionales fueron las que me impulsaron a conseguir lo que no tenía usando lo que ya tenía. Me explico, muchas veces no pude tener ni juguetes ni revistas de Comics, pero ante mi necesidad tenía que arreglármelas para no quedarme esperando de la vida lo que nunca llegaría.
Así que ante esa pobreza galopante, recuerdo hacer Transformers de cajas de fósforos e imaginar que eran sacados de las más grandes jugueterías, así también con las revistas de Comics, si no tenía dinero yo mismo hacía los dibujos y creaba las historias, tanto así que lograba lo que ninguna revista lograba, meter en las historias a todos mis amigos del barrio.
¿Quién lo diría? después de años de preparación en la escuela de la Vida, hoy Dios me ayuda a canalizar aquellas historias y tragedias para darles sentido en el ruedo del escenario.
Ayer recordé también escenas de hace 8 años atrás aproximadamente, cuando por primera vez iba con mis amigos cristianos a un congreso de jóvenes y era invitado un predicador joven Argentino llamado Dante Gebel. En uno de sus mensajes si mal no recuerdo habló de nuestros sueños y oró por esos miles de jóvenes y en una frase dijo algo que quemó mi corazón, algo así como "Señor, sella a esos futuros pastores que conmoverán el corazón de los jóvenes en el futuro"... Habrán sido unos 8 años atrás y ayer compartí el escenario con ese mismo predicador a quién hoy considero mi amigo.
¿Qué más podría pedirle a la vida?
He logrado cumplir mis sueños
Hago lo que más me gusta hacer
Tengo una esposa maravillosa y un hijo precioso
Tengo un Papá para el cuál nada es imposible, un Papá que convierte nuestras tragedias en trampolines de esperanza.
"Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas"
Salmos 126:5,6
