El secreto escondido en el texto de Juan 14. "En la Casa de mi Padre Muchas MORADAS hay"Cuando llegué a mi amada Iglesia Bautista, me enseñaban que en el cielo tendremos mansiones celestiales, recuerdo canciones y lindas predicaciones inspiradas en esta idea que casi era "doctrina".
El contexto es la última cena, donde Jesús les promete a sus amigos no dejarlos solos. El texto es el siguiente:
14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
14:2 En la casa de mi Padre muchas MORADAS hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
El gran detalle, es que Jesús no está hablando del cielo.
Jesús está consolando a sus discípulos que enfrentarán la aparente orfandad luego que el Maestro sea crucificado. Por eso no creo que sea mucho consuelo decirle a un grupo de amigos algo así como:
"-Bueno muchachos, lo que viene será "Cardiaco", me van a matar los líderes religiosos, luego los tendré que dejar solos, pero solo por poco tiempo, porque me voy a la Casa de mi Padre que está en el cielo y construiré toda una colonia para que vivamos todos juntitos y luego vendré y los tomaré y así todos viviremos felices para siempre. El único problemita, es que me demoraré más de dos mil años en construirle mansiones a todos, pero eso es un detalle..."
Eso no es un consuelo para nadie.
Hay una prueba contundente para romper con esa lectura que se ha transformado en una doctrina y que nos ha arrebatado lo que realmente está diciendo y prometiendo Jesús.
Primero. La palabra "morada" (Que en griego es moré) aparece solo 2 veces en todo el Evangelio de Juan.
En el versículo 2 que acabamos de citar, pero también en el versículo 23.
14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos MORADA con él.
Si releen el capítulo completo, todas las palabras de Jesús son de consuelo y esperanza para el corto plazo. Son promesas que vienen ya!!!
Jesús no está negando el cielo, lo que una y otra vez les dice a sus amigos, es que su muerte abrirá un nuevo tiempo para ellos. Ya no lo tendrán físicamente, pero desde ahora en adelante Jesús promete que no solo Él morará en sus vidas, sino que junto al Padre harán una MORADA en la vida del creyente. Es decir, las Moradas que promete Jesús no son lugares físicos en el cielo (Puede que la hayan) sino un nuevo tipo de relaciones donde el Padre y el Hijo, que se han amado desde la eternidad, ahora nos hacen parte de su relación de amor.
Te imaginas, el mismo Amor que el Padre tiene al Hijo, es que ahora el Padre nos tiene, y la misma libertad, fe y confianza que el Hijo tiene con el Padre, es la que nosotros podemos tener con ÉL.
¿Y de donde salió la idea de mansiones celestiales?
Realmente no lo sé, pero puede ser porque cuando tradujeron "Morada" que en griego es "Moré" al latín, la palabra Latina para morada o vivienda es "Mansio" de ahí quizás vino la confusión a la hora de entender esto.
Pero resumamos...
Las moradas celestiales que Jesús prometió son más que lugares, es un nuevo tipo de relaciones, donde somos invadidos por el Amor del Padre y del Hijo. Muchas moradas para Jesús es signo de que el amor y las ganas del Padre de hacer comunión y comunidad con nosotros es grandísima. WOW!
En síntesis, el Cielo, como el lugar de comunión íntima con Dios, no necesitamos esperarlo para el más allá, Jesús lo trajo para "el Más acá" Ahora!!!!
