17 jun 2010

Ilumina tu mundo

"El hecho de triunfar no consiste en vencer siempre, sino en no dejarse vencer por el desánimo" Napoleón B.

Jesús dijo de Juan el bautista, cuando este ya había sido asesinado, que era como una antorcha que alumbraba (Jn.5:35) y sin duda, su vida alumbró a muchos, a pesar de que para alguno de nosotros esa manera de morir significara un fracaso, una voz de alerta para todos los que se sienten que tienen algo de Dios para aportar a tanta oscuridad .
Como toda buena antorcha, no sólo da luz, sino que al darla entrega toda su existencia, se consume por completo. Juan entrega su existencia por aquello que creía justo.
En el transcurso de la historia, así como este profeta, muchos otros han encendido nuestras vidas, hombres y mujeres que no han pasado desapercibidos en la retina de la humanidad.
Como los cometas, estas vidas siguen alumbrando, embelleciendo, inspirando y cuestinonando nuestro presente.
Voces y testimonios que ya no están con nosotros, pero cual estela siguen presentes de alguna manera en el firmamento de la vida.
"Ilumina tu mundo", no sólo es una frase para el bronce. Es una propuesta de vida que me atrevo a plantearla aquí entre amigos.
Es una provocación para sacudir la mentalidad de "Montón" que nos aprieta el alma y que no nos deja ser nosotros mismos.
Es una acción desesperada, para sacar la costra que endureció nuestros sueños y que nos está privando de mirar el horizonte, no sólo como un lindo paisaje, sino como una meta a la cual corremos de manera deseperada.
Es un llamado para tí querido joven y para todos aquellos que se revelan a morir en el lecho donde se marchitan los ideales.
Un llamado para empapar tu vida de combustible y que te enciendas hasta los más hondo de tu ser.

Jesús dijo: "Ustedes son la luz del mundo. Que así brille vuestra luz a toda la humanidad, para que el mundo al ver vuestras buenas obras reconozcan que Dios es bueno".

En la Palestina del primer siglo, Jerusalén era considerada la ciudad de la Luz de Jehova (Inspirada en una profecía de Isaías).
Para Jesús la luz de Dios ya no está reservada a ningún lugar geográfico específico ni a un santuario determinado. Ahora, la luz que ilumina desde Dios al mundo está disponible desde las antorchas vivientes que son sus discípulos.
Pero debo aclarar que discípulos no sólo son aquellos que se abrogan un correcto creer o una sana doctrina, NO. Son en esencia aquellos que en su vida concreta y práctica viven el Reino de Dios y su Justicia, o como el mismo Jesús lo repite en una de sus últimas parábolas (Mt. 25. 31,46) son aquellos que viven para los demás, aquellos que rompen con la cadena del egoísmo y no viven dando la vista gorda al sufrimiento del otro.
Esos son los que el mundo contempla como una verdadera opción de vida.
Estos son los que debieran darle al ser humano un modelo válido de sociedad alternativa.
Ese proyecto de comunidad alternativa es la que soñó el Carpintero de Galilea, un modelo que no se caza facilmente con los encuadres del amor al poder, sino el Poder del Amor.
No es necesario agotar tinta describiendo con tristeza tantos momentos en la historia de la iglesia donde los modelos que nos han deslumbrado han sido justamente aquellos que Jesús rechazó con radicalidad.
Hoy, escuchamos desde muchos púlpitos el anhelo de ser una iglesia que impacte, que haga la diferencia.
Vuelvo a la sencillez del Galileo y a la profundidad de su propuesta.
Su propuesta no se trata tanto de un grupo humano avasallador, sino de una familia constituída por personas frágiles que iluminan este mundo desde sus buenas obras, esas mismas que descubren el velo y nos permiten ver el corazón mismo de Dios.
Así que, tomemos ese fuego. Que nadie opaque esa luz jamás. No se conformen con las cosas posibles, ustedes son para mucho más.
Ustedes están para demostrar que esta generación no es la "Generación perdida" como ya algunos han rotulado, sino una generación diferente, que está dispuesta a pesar de los obstáculos a iluminar el mundo.

"Sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podemos ser" W. Shakespeare

15 jun 2010

De que nos acusan????

A Jesús lo acusaron de Bueno para festejar (Comilòn y Bebedor (Mt.11)... Y no de Coca Cola por supuesto) y amigo de los pecadores consumados...
¿Cuando fue la última vez que nos acusaron a los cristianos de ser fiesteros y buenos para ver la vida desde la perspectiva de la alegría?
¿Cuando fue la última vez que nos acusaron de amistar con los forajidos de las buenas costumbres?
¿Cuando fue la última vez que nos acusaron de transgredir los convencionalismos moralistas para tener una amistad espiritual con aquellos NN de la religión establecida?