7 nov 2010

El Roble


Los pinos de reían del viejo Roble, porque cada vez que llega el frío y el mal tiempo él se desnuda de sus ropajes.

Lo que para los pinos era un defecto, para el viejo árbol es una ventaja. Este árbol aprendió que mostrar la debilidad ante los inviernos es simplemente una manera de trabajar la fortaleza interior, pues aunque por fuera parezca golpeado y sin vida , por dentro se fortalece en gran manera.

El viejo árbol deja que se rían sus vecinos, y al abrir su boca les dice:
"-Estimados pinos, para ustedes mis acciones parecen una verguenza, un acto sin sentido, pero he aprendido que la vida demanda decisiones difíciles. Cuando llega el invierno es primordial invertir energía, puedo seguir aparentando estabilidad cuando todo a tu alrededor se sacude, o soy honesto no escondiendo mis debilidades para procesar por dentro todo lo que está pasando y aprender de los días malos. Pero no puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo y he decidido desprenderme de todo el follaje para crecer en mi interior.

Amigos Pinos de hojas siempre verdes, yo he tomado la mejor decisión y déjenme decirles que pasarán los días y aunque vengan las lluvias, los fríos y el implacable hielo aquí seguiré erguido, creciendo y siendo cada vez más fuerte. Es más, ustedes también pasarán y les aseguro que yo seguiré en pié-".


Del Roble aprendemos que cuando vengan los problemas no necesitamos tapar nuestras debilidades, aunque vivamos en una sociedad de las apariencias que le rinde culto al éxito exterior. Debemos aprender que no toda derrota es una pérdida, como no todo éxito sumará a nuestras vidas al final de las cuentas.
De los fracasos podemos extraer lo mejor, como hojas caídas que sirven de abono, así también nuestras lágrimas servirán para fortalcernos aún más.

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