Por favor, no te desesperes cuando las cosas no salen como quieres, preocúpate cuando salgan demasiado rápido. Quizás Dios quiere cuidarte del éxito, porque el éxito es un monstruo que no se sacia nunca y termina por hacer concesiones con antivalores, con el hecho de seguir en pie.
Sé fiel, quizás acá abajo seas un desconocido, pero allá arriba tienes una barra de millones y millones que vitorean tu nombre y te animan a que sigas así.
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