10 abr 2012

¿Quién no escuchó alguna vez esta canción en la iglesia?

Esta canción me recuerda lo eficaz que puede ser la oración.
La oración verdadera no es una mera autosugestión, ni tampoco una lista interminable de deseos individualistas, es caminar por la senda misteriosa que nos lleva más allá de nuestras propias vidas, para pedir por este mundo.
La oración es abandonarse en las manos de Dios, sabiendo que aunque sufra, la garantía divina es que Él seguirá con nosotros.
La oración es dejar que el Padre tome su cincel divino y nos vaya moldeando a la imágen de su Hijo.
La oración cuando va acompañada de acción es más poderosa que cualquier activismo, porque el activista solo conoce el poder de su convicción , pero el que ora lucha con un Poder que ningún enemigo podrá aniquilar.
La oración es el recurso de los que ya lo intentaron todo y aún quieren seguir peleando el último round.
La oración es tomarse un café en el gabinete del Rey.
La oración es el refugio de los que han sido golpeados por el enemigo.
La oración buscando la voluntad de Dios, es la llave que abre las puertas del Reino.
La oración es empaparse de esperanza.

Pueden escuchar esta linda canción y llenarse de recuerdos lindos, aquellos que alguna vez la cantamos...

http://www.youtube.com/watch?v=1kNpq2fqj9Y&feature=related

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