21 jun 2012

S.P.R (Síndrome de Piojo Resucitado)

S.P.R (Síndrome de Piojo Resucitado)

Manolo le decíamos.
Flacucho y encorvado. Mechas tiesas y de un carácter pusilánime.
Siempre lo vimos en la esquina, amigo de los amigos, con sonrisa ligera y conversación generosa.
Pero nadie esperaba tamaña tragedia.
Un día ya no le vimos en la cancha de fútbol ni en el club deportivo.
Un día ya no escuchamos su sonrisa en la esquina, ni le vimos junto a los muchachos del barrio.
¿Qué pasó?
De pronto, apareció con Biblia en mano.
Era él pero ya no era él.
Pasó el tiempo y cada vez que lo encontrábamos nos hacía sentir como enfermos infecciosos.
Nos miraba con desprecio y ya dejamos de ser personas. Pasamos a ser según él "pecadores".
¿Qué te pasó Manolo? Que ahora después de años te dicen "Pastor Manuel".
¿Qué te pasó que ahora siempre hablas de la Ira de Dios y pareciera que está a tu servicio y siempre curiosamente sobre los que no pensamos igual a tí?
Nos alegramos que la vida te haya premiado y que ahora ya no vives en el barrio pobre que te vió nacer, sino que te fuiste con tu familia a un lindo condominio.
¿Pero no serán estas bendiciones que tienes una razón grande para vivir agredecido y lleno de amor?
En cambio, pareciera que hiciste una línea imaginaria, y ahora estás del otro lado.
El joven simpático y cándido a quién conocimos, murió. Murió el día en que te pusiste esa corbata y cargaste esa Biblia.
Quién lo diría, que la fe podría haberte hecho un ser más humano aún de lo que eras antes, pero al contrario, te alienaste en un hombre resentido, que usa la fe para descargar el odio y la indiferencia.
Ahora pasas por ahí y nos miras con desdén.
Das gracias a tu Dios que no eres como nosotros.
Y nosotros, desde nuestras miserias y limitaciones damos gracias a la vida, de que no nos hemos convertido en alguien como tú.
... un Piojo resucitado.

No hay comentarios: