23 oct 2010

Fariseo

En el tiempo de Jesús Roma exprimía la vida de los judíos. En cuanto a la religión los Saduceos dirigían los asuntos más importantes traduciendo la fe en politiquería religiosa. Estaban los esenios que se apartaron de todos y los Zelotes formados mayormente por jóvenes que no querían terminar como sus padres, ahogados por los impuestos y siendo exclavos de un sistema corrupto.

Pero Jesús nunca los atacó (Por lo menos directamente)

El movimiento que registran los Evangelios como un verdadero peligro a la vida de las personas que deseaban acercarse a Dios era el fariseísmo. Jesús los resistió con firmeza.

Los Fariseos se sentían el sacerdocio laico de Israel.

Los Fariseos habían construído una religión basada en una imagen del dios de la venganza, en la que los adherentes se sentían profundamente orgullosos de su Fe, en exclusión de todos los demás.

En síntesis , era un movimiento que perseguía la piedad y que como resultado de sus prácticas estimulaba un rechazo y desprecio a todo aquel que no practicaba la Fe como ellos.

Hoy el fariseísmo sigue vigente.

La fe exclusivista, el desprecio abierto por los demás escondido como falsa defensa por las sanas prácticas y doctrinas, los absolutismos que terminan sectarizando el movimiento de Jesús, el dios del juicio que le importa más honrar su nombre y su justicia que enviar a millones de personas al sufrimiento eterno.

Es común escucharles hablar del único dios verdadero y a la vez hablar con un odio abierto hacia otros que no piensan como ellos. Porque para ellos, Dios no sólo odia el pecado sino también aborrece por completo a la persona. ¿Díganme, con una teología así de horrorosa cómo no evitar las cientos de guerras y genocidios que se han realizado en nombre de Dios?

Es común verles contínuamente trabajando para excomulgar a todo aquel que se sale un ápice de las Sanas Palabras.

Es recurrente oírles usando casi a diario dos términos clásicos para su lenguaje "Hereje" y "Apóstata".

Y por último, casi todos ellos tienen algo en común, tienen un perfil Obsesivo. Eso se traduce en que por un lado manifiestan obsesivamente su apego a la sana ortodoxia, pero por otro lado son muy complejos a la hora de establecer relaciones fraternas. La mayoría de ellos establecen deficientes relaciones fraternales porque son insoportables, arrogantes y autoreferentes disfrazados de falsa humildad.

Es esa espiritualidad del terror la que Jesús atacó con fuerza en su ministerio, porque para él era un verdadero cáncer que deformaba por completo la imagen del Padre amoroso, transformándolo en un monstruo implacable.

PD:Se los puede confirmar un Ex fariseo, que ahora por lo menos entiende que el Dios de amor que se manifestó en las palabras y en la obra de Jesús es mucho más grande que aquel tubito de ensayo en dónde creía contener al Eterno.


1 comentario:

Raynon Alves dijo...

MUY ABENÇOADOR!
DIOS BENDIGA A TU VIDA!

http://raynonalves.blogspot.com/