Evangelio según Batman

Bruce Wayne entra a un restaurante acompañado por dos chicas muy guapas. Las chicas se meten en la pileta del local y Bruce les sigue el juego comportándose como un niño inmaduro.
En el fondo, él necesita mostrarse como el frívolo millonario, para proteger al enmascarado nocturno que lleva en su interior.
Su amiga Rachel lo ve y antes de despedirse lo mira con lástima por el show que realizó.
Wayne trata de explicar, intenta articular una frase: -Es que, Rachel, por dentro…soy otra persona-
Rachel le contesta:-No importa lo que seas por dentro Bruce, son tus acciones las que te definen- Evangelio según “Batman”

Comentario: Hay acciones que nos definen mucho más que nuestras palabras.
El mundo anda en búsqueda de gente sincera y honesta.
Ser honesto es ser de una sola cara, aunque a veces sea incómodo para tu entorno.
Al Pacino decía en el Padrino III:-¿De qué sirve confesarme si no me arrepiento?-
Al Pacino era honesto, aunque desde el horizonte de la mafia!!! Pero en fin, no buscaba aparentar alguien que no era.
El ser humano tiene una enfermedad crónica, pretender ser más de lo que es.
Es interesante que Jesús de Nazaret, al resucitar lo primero que hace es mostrar sus heridas a sus amigos.
Las únicas marcas identificadoras con las cuales Jesús se fue al cielo, fueron las marcas de sus heridas.
Ser discípulo de él es seguir sus pisadas, eso significa que su invitación no es para ser seres autosuficientes ni arrogantes.
Creer en Jesús es un vuelco a la honestidad.
Es dejar a un lado esas estructuras de hipocresía que se levantan como argumentos internos y vivir la vida desde la sencillez de actos concretos, de saber que no soy perfecto, pero estoy en “reparación”.