El viejo pastor de ovejas, vuelve a la tierra de donde huyó como fugitivo. Vuelve con su esposa, su hijo y "La vara de Dios" (Ex.4:20) en su mano. Un momento, ¿Acaso no era la vara de Moisés? ¿Por qué la historia ahora le da un nuevo dueño a esa vieja vara de pastor?. Cuando Dios le pidió a Moisés que lanzara su vara al suelo, ya nunca más volvió a ser de Moisés. ¿De quién es la familia que te acompaña, la iglesia que pastoreas, el ministerio que tienes, la vida que sigue en tus pulmones?
Por eso quizás Dios fue tan servero cuando Moisés usa esa vara para golpear una roca, cuando el mandamiento era solo hablar. Peligrosa tentación, manipular lo divino para atraer la atención a nosotros y no a Dios.
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