26 oct 2009

Un día en el cielo


Un día en el cielo, llegaron todos los religiosos, uno de ellos llegó y se paró con un temple muy distinguido , su mirada serena, sus puños cerrados, como cual soldado que viene del fragor de la batalla, su ceño impasible.

Dando una bocanada de respiro entró al salón donde estaba el Rey.

Jesús le mira con amor y espera una palabra.

Este hombre que hasta ahora no había dado ni media palabra, abre la boca:- Señor Jesús, vengo delante de tu trono para decirte que he peleado la buena batalla, he acabado la carrera y no he perdido la fe... Quiero decirte que defendí TU VERDAD, esa Verdad Absoluta, de todos aquellos que quisieron tomar la Biblia ligeramente, me batí a duelo con aquellos que creen en la evolución y les di pruebas de que la evolución era del diablo, les dí pruebas a los que creen que algunos capítulos del Génesis no son históricos, les reté a duelo y comprobé que esos capítulos son Verdad histórica, estuve peleando con aquellos que creían que los católicos o los musulmanes irán al cielo, les hice ver cuán equivocados estaban, defendí a muerte con la Biblia en mano a quienes hablaron de ecumenismo, defendí con la Biblia en mano tu sana Doctrina y luché para evitar que los ciegos y esos pecadores cayeran en el relativismo moral, por eso vengo delante de tus pies satisfecho de haber vencido.


Entonces Jesús le dijo: ¿Y qué me cuentas de lo que dije que amen a sus enemigos? ¿De perdonar para que sean perdonados? ¿De ofrecer la otra mejilla? ¿de Caminar la segunda milla?¿De que esa misma Biblia apela a defender a los más pobres y frágiles de la sociedad?¿Qué me cuentas de que la Biblia dice que antes de sacrificios y articulaciones piadosas, deseo Misericordia, acciones Justas delante de los Hombres y un corazón Humilde?¿Qué me dices de visitar a los enfermos, ir a la càrcel, dar de comer a cerca del 80 % del mundo que vive sumido en la pobreza, vestir a más del 70 % de la humanidad con ropa digna , darle un techo a más de 20 millones de niños en América Latina y el Caribe que viven en la calle?

Y el hombre estupefacto respondió: - Ahhh...y eso era en serio???-

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