Hija Mía

Hija mía

Ya te vienes a nuestros brazos

Y aunque afuera el mundo se muerda con furor de muerte

Mi regazo será el refugio de tu pequeño corazoncito

Ahí dormirás tranquila

Los días son lentos esperando tu venida

Pero nos ha dado el tiempo para preparar en nuestro corazón un lugar maravilloso. Tu casa.

Entre jardines de rosas y fragancias de primavera

Y una gran avenida de jazmines para princesas de tu porte

Verás mis ojos y con solo una mirada sabrás que llevo tu nombre en mis labios

Que nadie se atreverá a hacerte daño sin antes herirme a mí primero

Te cuidaré con mi vida y nada menos que eso

Porque eres mi princesa del cielo y ni el viento te tocará

Llevarás en tus ojos la dulzura de tu Madre

En tu corazón los sueños de tu Padre

Tu cabello color miel será como olas que refrescan las almas abatidas

Tu voz de ángel, levantará las rodillas vencidas por el dolor

y tu amor por los caídos hará que hasta el invierno más crudo no resista el fuego de tu cariño

Mi princesa de papel, tan frágil como las avecillas agazapadas en sus nidos

Ya pronto vendrás como un don del cielo

Como una estrella forajida, iluminando todo

Como un pedazo de eternidad, confrontando las ruinas de este mundo

Como un canto de Esperanza, que nos dice, que no todo está perdido.